Cómo acompañar a personas con TDAH en la organización del hogar: guía para organizadoras profesionales
- metodoordenologa
- hace 5 días
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El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es más frecuente de lo que parece, y muchas personas conviven con sus síntomas durante años sin saberlo.
Organizar un hogar con TDAH no es imponer orden, sino crear sistemas simples que se adapten al cerebro de cada persona, con paciencia y empatía.
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es más frecuente de lo que parece, y muchas personas conviven con sus síntomas durante años sin saberlo. Este trastorno neurológico afecta la atención, la planificación y el control de impulsos, y puede generar dificultades importantes en la organización del hogar y la gestión de la vida diaria.
Como organizadoras profesionales, es fundamental conocer el TDAH para poder ofrecer soluciones efectivas, adaptadas a las necesidades reales de nuestros clientes, siempre desde la empatía y el respeto.
1. Comprender qué es el TDAH
El TDAH no es “despiste” ni “pereza”. Se trata de un trastorno del desarrollo neurológico que afecta al cerebro en áreas clave para:
Concentración y enfoque
Planificación y organización
Control de impulsos
El cerebro con TDAH funciona de manera distinta, y la organización tradicional puede resultar abrumadora. Además, muchos adultos con TDAH presentan dificultades para estimar el tiempo, priorizar tareas y mantener el orden sostenido en el hogar.
2. Cómo impacta en el hogar
Algunas dificultades frecuentes que pueden observar las organizadoras profesionales incluyen:
Acumulación de objetos por olvidos o compras impulsivas.
Espacios desordenados que dificultan encontrar lo que se necesita.
Rutinas incompletas o interrumpidas.
Sensación de caos constante, aunque el cliente tenga intención de mantener el orden.
Es importante recordar que estas dificultades no son por falta de voluntad, sino que reflejan el funcionamiento del cerebro con TDAH.
3. Estrategias de organización adaptadas
Al trabajar con clientes con TDAH, la clave es crear sistemas simples, visuales y divididos en pasos pequeños. Algunas estrategias recomendadas son:
Visualizar las tareas: tableros, pizarras, planners a la vista.
Dividir en microtareas: “vaciar cajón de cubiertos” en lugar de “ordenar la cocina”.
Rutinas ancla: asociar la organización con hábitos ya establecidos (por ejemplo, recoger la encimera mientras se hace el café).
Recordatorios y alarmas: temporizadores y apps sencillas para listas rápidas.
Reducción del ruido visual: menos objetos a la vista, uso de contenedores etiquetados.
Regla de los dos minutos: si algo tarda menos de dos minutos, hacerlo de inmediato.
Recompensas inmediatas: celebrar los pequeños logros para mantener la motivación.
4. El papel de la organizadora profesional
Actuar como guía y acompañante, no como responsable del cambio.
Adaptar los sistemas de orden al funcionamiento del cliente, no al revés.
Mantener límites claros: no reemplazar la terapia ni medicación, solo ofrecer estrategias de orden.
Ser paciente: el progreso puede ser lento y requiere seguimiento constante.
5. Un enfoque con empatía
Trabajar con personas con TDAH requiere comprensión y flexibilidad:
Evitar juicios sobre el desorden.
Celebrar los logros, aunque sean pequeños.
Reconocer que la impulsividad, olvidos y cambios de atención no son intencionales.
Con un enfoque respetuoso y práctico, la organizadora profesional puede mejorar significativamente la calidad de vida de la persona, ayudándole a sentirse más calmada, organizada y en control de su entorno.
6. Conclusión
El TDAH no impide mantener un hogar organizado, pero requiere adaptar los sistemas de orden a la forma en que funciona el cerebro de la persona. Como organizadoras profesionales, nuestra labor es acompañar, diseñar estrategias simples y efectivas, y respetar los límites del cliente, siempre con empatía y profesionalidad.
Recordad: nuestro objetivo no es la perfección, sino crear entornos que funcionen para cada persona, con calma, estructura y motivación.
